esa noche
después de ver a la bestia
y justo antes de atravesar el puente del tren
con la velocidad a 100
apareció arriba
era gigante
era amarilla
era tan enorme
que parecía estar cayendo
en cuanto salí a través del puente
se esfumó
desapareció y de momento creí que tal vez si se había caído
pero no, yo había cambiado de dirección
y ya solo la vi por el retrovisor
mientras sentía como pedazos del parabrisas se me incrustaban en el pecho
tan descubierto de ropa y tan lleno de sangre
logre voltear la mirada
y lo único amarillo que percibí a escasos centímetros de mi cara
fue el semáforo que esa noche decidió terminar con mi camino
domingo, diciembre 30, 2007
amarilla (o)
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