los toros de la furia te han guiado por el camino de la sangre donde tan sólo tu puedes arrastrarte tratas de llegar a un lugar pero las garras de mi ausencia continuan desgarrando el almidón que alguna vez forme en tu arrugado corazón
no te veo alejarte tan sólo te siento en este tibio palpitar de un corazón malamado o malamante si acaso tu también percibieras la añoranza no te alejes más y ven a responder este llamado de años sabes que las ataduras mentales que me he impuesto continuan construyendo esperas que desesperan al tic-tac de mi vida al ver que nuestras realidades se alejan cada vez más sólo puedo sosegarme con leer que nos volveremos a ver aunque talvez esa frase simplemente sea el final de una redacción que se repite eternamente en mi instalada espera